Hace un tiempo hablé de
los desesperados. De los que compran el buzón apocalíptico que los pone entre dos opciones. Una es la conspiración populista, el eje Argentina - Venezuela, el nucleo duro kirchnerista, Rudy Ulloa, Moreno, De Vido, condimentado, según el nivel de paranoia de cada uno, con vínculos con el narcotráfico, el lavado de dinero y cuanto mal ande dando vueltas. Ante esta opción todo lo demás es la única opción válida siempre y cuando no se distinga la paja del trigo, porque si comenzamos con las distinciones, ahí el monstruo nos come.
Hay, afortunadamente hay, gente que distingue, que llama a las cosas por su nombre, como por ejemplo llamar intento de golpe a un intento de golpe, o mamarracho político a un mamarracho político, y que, sin embargo, no pertenece a la conspiración populista.